Hay número y números, 178 es el número de diputados, o señorías, que votaron la amnistía a nivel Congreso. Según el oráculo El País la amnistía es el pistoletazo de salida para la precampaña de las elecciones catalanas. No se si al mismo tiempo Iglesias el de Podemos no sé que podemos, inauguraba un bar sólo de rojos en Lavapiés. Es curioso con la oferta gastronómica que tiene mi pueblo, competitivos en los precios, menús del día o lujo, puras tapas, considero que ha que ser arriesgado para abrir un bar sin experiencia previa. como los políticos desde hace mucho.A veces pienso que nuestro pecado capital más cometido y reiterado es la gula no la lujuria. Claro que a buen hambre no hay pan duro y la Viagra no es lo mismo que una gambas al ajillo. Luego recapacito, poco, mientras me tomó una caña con boquerones en vinagre de La Dolores que mi hermano especialista dice son los mejores y pienso que no es la lujuria el pecado, sino la estupidez. Paso a la ensaladilla rusa de Jurucha y me doy cuenta que no es un pecado la estupidez, es un vicio nacional. Me he tomado un pintxo en Samuel, dudando si probar las patatas bravas, o la tortilla de Mozo o el ambiente de Roma, me he dado cuenta que todo esto último es un sueño y eso son los sueños. No por ello iba irme a Lavapiés, al fin y al cabo es poco democrático poner un bar solo para rojos o Reds only. Quizá Sánchez debería irse con el calcetín logrado y poner otro bar, o gastro bar, independenstistas only. Ahora podría irse a la luna.
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