jueves, 7 de marzo de 2024

Temporal.

 He acabado el libro de Pinker "Enlightment now". Una obra llena de información, estadísticas, números, citas de muchos, conocidos para mi o desconocidos, clásicos y actuales . Muy para el público gringo de cierto nivel que no se bien cuantos hay. Hombre culto, supongo que con muchos colaboradores. Harvard, negocio, todo junto. Supongo que el peligro de Trump le inspira entre sus muchos intereses. El libro me lo regalaron y puso en espera uno de Cervantes que había empezado, el de Ackroyd sobre Thomas More y como estamos en Cuaresma un libro sobre lo que allí pasó, siglo I comienzos en Palestina. Todos los años repito alguno, en ese caso repito con Ricciotti que escribió en 1941, en medio de WW II, donde la situación le llevó a buscar  esperanza para los demás y él mismo en medio del caos. Sobre Pinker no tengo nada que objetar al humanismo, ciencia, razón, la historia del ser humano, sus logros o menos logros, sus problemas, sus frustraciones. El autor, que es de religión judía, no se en que cree. Me llama la atención, como siempre, ese afán humano en las mezclas. Recuerdo en el cole con mis 12/13 años cuando me trataban de demostrar la existencia de Dios. Recuerdo los argumentos de  Santo Tomás de Aquino, a mi no me convencían, me parecían inteligentes razociníos en latín con filosofía Aristotéĺica o Platoniana pero palabras, sabias, cultas, pero palabras. Recuerdo la anécdota de San Agustín en la playa con la arena, mejor que su justificación de Dios, me convencía más. En ese sentido Pinker no menciona nunca el Tiempo, es curioso porque siempre he pensado que es lo que nos marca a los humanos EL TIEMPO, y Dios no tiene esa traba.

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