Hay que remar, mejorar, evolucionar y luego está el resultado. Ya sabemos el panorama, parón, principio de temporada y Champions próxima. El rival, la Real, como siempre muy ilusionado en su campo. No era un partido sencillo pero empezamos bien a pesar de los cambios, la cosa pintaba bien y Mbappé muy peligroso. No quiero hablar de los árbitros, nunca me han gustado en general, no voy a repetir el tópico de que su trabajo, ahora con VAR y medios automáticos, es muy difícil.
Se nos ha ido pronto nuestro Huijsen que da la sensación de saber donde está y lo que hace. Falta clara. Digamos que luego los míos han hecho lo que han podido y los locales cada vez más entusiasmados. Ahí cambia el partido un mucho, se condiciona, no se ha podido jugar igual o no hemos sido capaces con los movimientos y cambios de Xabi. Quizá una hora con diez no es más sencillo. El público local debía pensar ahora o nunca.
Por lo tanto hay una versión de equipo hasta el hecho de la expulsión, con cambios varias posiciones y sobre todo Mbappé en un excelente estado de forma. El resto, sobre todo segunda mitad fue evitar el gol del empate de ellos. El resultado final 1-2.
Los jugadores nuestro un tanto despistados con las decisiones ajenas donde ya cada vez sabes menos eso del VAR donde se supone existe la pausa, tiempo de un espacio cerrado, donde opinar. Luego las explicaciones no convencen.
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