No es el caso del abuelo Florenci. Debo reconocer que siento envidia de toda la vida, nada de envidia sana, o admiración, porque la envidia es pecado capital al fin y al cabo y lo de sana es muy de hoy, de Sánchez. Siento envidia como de Cataluña del FCB de la butifarra ¿ Por qué no soy yo catalán como el abuelo Florenci o su hijo Jorge, hombre de Estado?. Mamá, abuelo no conocido, os pregunto ¿Por qué soy esa mezcla de gallego y castellano viejo?.
Ya saben lo de Garganta Profunda, en realidad número dos del FBI, que soplaba aquello de seguir la pista al dinero. Los móviles, no los de las redes sociales, para delinquir, son múltiples aunque hay alguno que siempre sale junto al sexo, odio, venganza, poder. En el caso de los Pujols, una familia bendecida por los bienes materiales, "el dinero es de origen desconocido", el abuelo Florenci muy generoso lo tenía en el extranjero, a buen recaudo, para dárselo a sus hijos para que ellos disfrutasen, en su generosidad extrema.
Mi amigo Manolis me ha felicitado al acabar y yo a él. Estamos como estamos. Algunos bien como Mbappé, Vini, Tchou, Mendy, Lunin, en conjunto no damos la talla, desaparecemos, normalmente no podríamos con un.equipo de primer nivel. Tampoco tengo sugerencias y otros están mal. Mendilibar muy bien.

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