viernes, 15 de abril de 2016

Sencillo y caro puede ser decir si, decía Yoda.

Recuerdo que el padre de un gran amigo siempre hablaba de que la gente, en general, casi todo el mundo tenía cosas ocultas; cuanto más poderoso más ocultaba; su profesión, para él desagradable, le permitía saber "muchas cosas" sobre la gente. 
No era ambicioso, en absoluto, quizás pecaba de falta de y repetía que hay que ponerse en la piel del acusado ante el fiscal cuando te hacen las preguntas:
-¿Respondamé si o no, usted intervino en esto o lo otro? ¿Se aprovechó...? ¿Sabía que...?
Se refería a cada vez que hacemos algo, a tener conciencia, a eso que llaman el peor de los casos, que te trinquen.
Creo que heredaron él y sus varios hermanos esa forma de plantearse su existencia que les dictó a su ves su padre, fuerte personalidad, convicciones sólidas y valor reconocido.
Avisaba de no justificarnos, engañarnos, ni andarnos con medias tintas porque al final te cazan. Además el poderoso sabe corromper con extrema habilidad.
La corrupción es una infección fácil de contraer, el ser humano es débil y casi todo el mundo tiene un precio. 
Esto de los "paraísos fiscales" son lo que su propio nombre indica no venden humo, el problema es salir del paraíso con el talego. 
Como le dicen a Mr. Obama sus asesores que diga, no son ilegales; los han puesto ahí, están ahí para que se aprovechen unos poquitos que pueden. Esos poquitos evaden pagar sus impuestos en su país, de ética andan flojos y seguramente la mayoría, la inmensa mayoría repatrían ( que dura palabra porque desconozco el concepto de patria que tienen) para vivir mucho mejor en su patria, cotizar menos y ayudar menos a sus conciudadanos. Vamos que son un ejemplo horrible de comportamiento. 
Algunos se ganan ese dinero con sus actividades y otros son herederos o ponen el cazo. Desde luego no pueden dedicarse a actividades políticas que implican servir a los demás. Bastante es que hay que aguantarles.

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