viernes, 15 de julio de 2016

El shock de la muerte.

¡Cuanto tiempo tienen los terroristas para pensar en las maneras de matar gente! 
Además el hecho de que ellos mismos se inmolen, o caigan durante la ejecución, aumenta mucho sus posibilidades, complica las medidas y precauciones. 
Y Francia ha sido atacada de nuevo, en el Paseo de los Ingleses, donde iban a veranear en los años 20 aquellos, cuando el Brexit no existía. Se celebraba el 14 de Julio, la toma de la Bastille y la desaparición de la monarquía en Francia, de unos reyes que no entendían porqué les guillotinaban.
Hasta que se calmen los ánimos, al menos en Francia, va a ser complicado asistir a una celebración pública. 
La muerte está presente porque en realidad nunca se va, nunca se ha ido de nuestras vidas. 
Hay un director de periódico que vive de eso y se marca un artículo sobre Messi y CR7 en su veraneo Ibicenco, los que conocimos la Ibiza de los hippies de verdad, la de ahora no nos mola tanto. Enumera temas repetitivos de los qué pudiera ser que hablasen o no y comenta, al final, que  los mortales evitamos hablar de la muerte. 
Será el director ese. 
Messi y CR7 se van a morir como todo cristiano, como el terrorista de Niza, como sus víctimas, pero el problema no es para los que se mueren sino para los que continúan o para aquellos que se mueren y creen en un alma inmortal 
¿Cuántos creen? ¿Qué pasa después?

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