Comienza Julio, camino de los San Fermines y con la fiesta del Toro cada vez más vilipendiada. Unos que opinan que se hace sufrir innecesaria, salvajemente, a un animal se regodean ante la amenaza de prohibición que se extiende. Los pamplonicas se molestarán, los turistas también ¿Quedará algo en el futuro, quedarán toros?
Sigue la Eurocopa con sus emociones y sorpresas, entre los calambres de jugadores agotados y carentes de chispa, gracia y juego; excepto Renato, el nuevo portugués que tan contento ha fichado el Bayern.
Eso del fútbol a final de temporada llega ya muy cascado, sin fuerzas.
Cansado se va Del Bosque al cual soy incapaz de alabar como entrenador completo y anticipador, nunca le vi como tal, aunque triunfase en mi equipo; me creo su honradez profesional, su sentido común, su afán aglutinador, de cara a la vida, en general; le felicito por sus éxitos con la selección y su deseo de sembrar paz, buen ambiente y justicia.
El sucesor tampoco me dice mucho, la verdad; lo fundamental, los jugadores, tampoco. Los del presente/futuro son los que son y me pregunto quienes son esos cinco, seis, que se necesitan para hacer un bloque competitivo. La portería no es problema, aunque lo que ocurre alrededor de Casillas es una plasta, hasta sin jugar. El tiempo nos pondrá en su sitio, a todos.
Desconozco si con los encierros en Pamplona llegará un acuerdo para superar una votación en las Cortes.
¿Un pacto de Estado?
Sigo oyendo demasiado hablar de izquierdas y derechas con tono más o menos despectivo; aprecio un mucho de incultura y demagogia, no veo el sentido de Estado; cada vez que vuelvo al meollo/solución de un tema, me quedo en la falta de educación y fundamentos y me pregunto si con estos ingredientes se puede tener un sentido de Estado.
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