miércoles, 20 de julio de 2016

Nivel bajo.

En España me resulta muy difícil definirme por una opción política, se lo que rechazo y poco más. 
Si fuese súbdito de su graciosa majestad y ciudadano del Reino Desunido me costaría votar entre patéticas opciones, pero es que si fuese de pasaporte US me tendría que decidir inexorablemente por una u otro.
¡Qué absurdo dilema!
Ayer un US citizen se me lamentaba porque el presidente actual no pudiese continuar cuatro años más.
La razón, la única, era el Obama care. Aunque no lo veo tan claro ha mejorado las condiciones de muchas personas como esta mujer, joven y con conocimientos. Quizás sea una poderosa razón.
El caso es que es imposible que no haga las maletas y por lo tanto los norteamericanos, que vayan a votar, tendrán que decidirse entre Trump o Mrs Clinton (no se si el paquete lleva a Bill incorporado).
Ante está panoplia de dilemas, llego a la conclusión del bajo nivel de los profesionales de la política, su ausencia de soluciones a los problemas reales, su escaso atractivo y sus cualidades siempre en tela de juicio.
¿Es un reclamo la política para un/una joven brillantes, con cualidades?
Me temo que no.
En USA el último ejemplo de atractivo se fue en Dallas con JFK, en el Reino Desunido con WSC y en las Españas pues a lo mejor hay que recurrir al defenestrado, en su momento, Adolfo Suárez que ahora es utilizado por los nostálgicos, que nunca le trataron bien en vida.
Mal asunto ese de la nostalgia, cosa de perdedores.

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