Platón hablaba del mundo de las ideas, quizás en este siglo XXI deberíamos hablar del mundo de las apariencias, todo son apariencias, o casi todo. Desde el "Hola", que a tope de photoshop pasas páginas en la consulta del dentista, hasta las imágenes de un presidente dándose un voltio- que diría un castizo- por Europa, para que le conozcan. Nadie en España sabe quienes son los presidentes de los países de la Unión Europea, ya ni el del Reino Unido, la jefa de Alemania parece eterna. La inauguración de los Juegos del Mediterráneo, en pleno mundial, ese Mare Nostrum, repleto de emigrantes en busca de esperanza, ese foto de SM El Rey, presidente y president, fija la vista en lo que cuentan las apariencias.
Los medios audiovisuales nos presentan un mundo que no es el real. Supongo que cuando apareció la fotografía, un arte, y esas personas muy serias miraban a la cámara eternas, como si realmente detuviesen el tiempo, ya se percibían los indicios de esta época. No puedes ser político sino posas de una manera, la manera occidental en el mundo occidental, como se ve en la foto de Macron y Sánchez. Los asesores, o el gurú asesor, de La Moncloa para ser más preciso, controla tanto la ausencia de fallos/errores mediáticos que debería ficharle Alemania en su defensa caótica, con Boateng a la cabeza, para que no haga tanta agua, claro que parece eso tienen a Toni Kroos que además sabe jugar al fútbol. Los jugadores suizos, ciudadanos que no se de que presumen en este mundo de apariencias, hacen símbolos que fastidien a los serbios que casi siempre son los malos de la película. Suiza es el gran ejemplo de las apariencias, corrupción limpia y organizada, "The Wolf of Wall Street" da su versión de esos banqueros tan pulcros con un francés de Oscar acostándose con las mujeres de los corruptos yankees y luego riéndose de ellos, despreciando su mal gusto-no la belleza de la señora- en la lengua de Moliere. En vez de tantos juegos deberíamos copiar un poco las cosas esas de los romanos que según los terroristas de "Life of Brian", todos de Monty Python, se preguntaba ¿Qué nos han dado los malditos romanos?
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