domingo, 7 de octubre de 2018

El doble lenguaje y mi querida señora Miniver.

Es una película de William Wyler magnífica, bien hecha, y ella, la señora Miniver, muy guapa, encantadora, no se le puede decir que no. Todos los del cast, incluido su marido, se quedan extasiados al contemplar a la dama inglesa de tres hijos, naturalidad, espíritu y belleza. No deja de ser una película muy buena, en  momento y lugar precisos, la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra.
Ahora es 2018, España.
Se habla entre amigos, conversaciones que no son de gente desesperada, ciudadanos normales, y pienso que lo que se dice (como cuando se habla de fútbol)  depende de las capacidades, conocimientos, y afán por intentar condensar muchos factores que resulta complicado y frustrante. depende del color y procedencia, pero me temo que, partidarios y no partidarios, ven a Sánchez como un presidente inútil que ya ha logrado lo que quería y que no sirve para mucho, también ven de forma similar a los otros "líderes", malos políticos, de escasas posibilidades. Los de Cataluña no son mejores, quizá lo contrario, pero  ¿y los problemas?
Se admite que desde 1977 los siguientes gobiernos tuvieron errores y aciertos sin que en lo fundamental hayamos avanzado demasiado. Somos flojos a la hora de resolver lo importante, en temas de educación/ sanidad (nuestra excelente sanidad), demagogos, proteccionistas. No valoramos demasiado la constancia, el sacrificio, esfuerzo, que las cosas cuestan, los méritos. Las políticas son populistas casi de siempre y ahora el tema de Cataluña, su contagio a los otros posibles polvorines, es prueba de como pueden empeorar las cosas. Todo lo opuesto al ejemplo de Mrs. Miniver. 
Me dirán que aquello era ante la Alemania de Hitler, cierto, aunque hay mucho del buen espíritu británico cuando ve en peligro su isla, su gente, su tierra. Nosotros somos ilusos, confiados, no nos anticipamos a los peligros, no pensamos en el mañana.

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