martes, 23 de octubre de 2018

Los poderes del Estado.

No es lo mismo la política que el fútbol, en el fútbol al final del partido, campeonato, casi todo acaba y comienza otro. Por eso lo de la crisis de resultados del Madrid, que es verdad ( si repasan lo que decía hace un año verán que estaba muy claro el asunto), acabará y el problema seguirá siendo complejo porque no es un sólo factor.
La confianza en y de los jugadores es un factor anímico importante, también en política. Puede haber dudas en política, pero no existenciales
Lo de la política es otra dimensión, otra trascendencia, y más preocupante, cuando los tres pilares de una democracia, los poderes de Montesquieu, se tambalean.
El Judicial, desconozco como acabará, pero no tiene buena pinta, como los otros dos. Recientemente ha recuperado protagonismo mediático otra vez el Tribunal Supremo y su sentencia sobre las hipotecas ( afecta al bolsillo de contribuyentes y bancos). Uno de esos poderes del Estado de Derecho (nunca bien ponderado) muestra una imagen alejada de su protagonismo institucional, nada ayuda cuando se ve sometido simultáneamente a tantas presiones ( no olvidemos los presos y el tema de la rebelión) por una parte de esa Cataluña que pretende independizarse y prosigue en su afán.
El Gobierno legítimo de la Nación da la impresión de responder a intenciones partidistas/distintas/encontradas reunidas sociedad anónima, PSOE, Podemos, ERC, y los demás que apoyaron la moción de censura. Si la imagen de un vicepresidente de facto, no nombrado, se corresponde o no a la realidad, deja en todo caso muchas dudas sobre quién ejerce el Ejecutivo.
El Legislativo lleva mucho tiempo siendo poco más que un grupo de damas y caballeros que deben ir a su puesto de trabajo en la Carrera de San Jerónimo y luego verborrean en televisión. Lo del Senado creo es peor.
Dudas muchas dudas esenciales y poca altura de miras.

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