martes, 23 de octubre de 2018

Fede Valverde, ilusión de futuro y alegría de presente. Champions III.

Se mascaba que todo podía pasar, despidos incluidos, no por el rival, al cual casi todo el mundo ignora, sino por la tendencia que venimos marcando, la complicada situación del equipo. Si se analiza con frialdad, el once inicial es casi el que el anterior entrenador hubiese elegido, con la sorpresa de Lucas V. en el lateral derecho, ese fue el cambio el sábado en Liga, puede dar fuerza en ataque y crear huecos peligrosos. Si se ve los cuatro del centro del campo ofrecen calidad, veteranía bien entendida y triunfos. El estado real de Bale es una incógnita para mi, cuanto tiempo puede correr bien.
El partido hay que ganarlo, sin paliativos y el campo se llenó con los hinchas checos felices e ilusionados. Todos los checos del Viktoria pelearon y su número 15 como en una batalla. Ganamos 2-1, tres puntos, lo mejor, pero seguimos mal, se repitieron fallos, despistes. En el minuto 35 cuando Isco falló, tras fallo clamoroso del portero checo, casi nos marcan, todo un tanto esperpéntico. Yo pienso en las razones siguientes que pueden contribuir por momentos a la hecatombe observada:
1. No tenemos gol por mucho que creemos ocasiones. No hay un finalizador, antes lo hubo y también fallaba a estas alturas el año pasado.
2. No hay continuidad en el juego, hay momentos que se juega bien y luego se cae y el rival lo intenta. 
3. No tenemos fondo. Físicamente nos desplomamos, la presión no existe o es caótica, o los jugadores van cayendo y así llegó el gol visitante que parecía un pasillo en un partido de leyendas.
Me gustaron Kroos y Benzema, que lo dieron todo y jugaron bien, y sobre todo la alegría de Fede Valverde, los minutos que estuvo hizo cosas que prometen, detalles de inteligencia,  personalidad, estilo, clase, colocación, cobertura a Marcelo, seguridad, un pase de gol que casi nadie vió, pelea, en fin de todo, en un conjunto en baja forma.

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