sábado, 27 de junio de 2020

Despistado.

Mi estado civil es despistado, perdido, confundido, ...fofo que diría Millán Salcedo.
Tuve la ocasión de conversar con un doctor, un médico, doble especialista, que piensa que los cuerpos, mentes, de los humanos, sus pacientes, congéneres, no son sólo fluidos cuantificados en parámetros en un análisis de sangre u orina. Llama, como broma, terroristas a aquellos laboratorios que recalcan, enfatizan, los datos que rebasan mínimamente un margen de cualquier componente que produce en el paciente una sensación de suspenso en una asignatura, una vuelta al cole, además de un acojonamiento en cada paciente según carácter. Le interesa tener la visión global no dejarse llevar, no concentrarse en ese árbol enfrente que no nos deja ver el bosque. 
Al tener la oportunidad de conversar con alguien sabio, que ha pasado el covid-19, algunas preguntas tenían que ser sobre el famoso virus. Me dió la sensación por sus respuestas que todo está en el aire, que hay mucha inseguridad o falta de certeza, tanto como el futuro, sin mencionar el asunto vacunas. Capacidades del virus, resistencia, mutuaciones, rebrotes,  balance entre contagios/efectos económicos en el futuro no hay respuestas todavía. Si estamos más preparados que en marzo, organizados, nadie sabe como se va a comportar el bicho. He tenido siempre la ocurrencia de mirar a USA, UK, Alemania como faros, no son China,  ni Rusia, que al menos te avisen de los bajos inmediatos para tomarte un margen, no sólo por el nivel científico de sus sociedades sino también porque en ellos es más complicado ocultar, mentir se paga mucho más caro, estos tres países, aparentemente, tienen enfoques distintos, eso confirma la desorientación.

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