jueves, 11 de junio de 2020

Mata Mua

Vivimos un mundo donde se nos muere Rosa María Sarda, la Sarda, que a mi me hizo mucho reir con o sin el tranquilo Honorato, que todo lo aguantaba con la presencia del que no puede, sabe o se atreve a dar la vuelta a la situación, el bragazas nacional. Donde el magnífico cuadro de Gauguin se vende al mejor postor, porque la que debe ser que su dueña, de apellido Cervera, está necesitada de tela, no de óleo. Vamos como la mayoría de los españolitos. Cuanto más tienes mas te desgastas. Los políticos son los que deben autorizarlo. El gran lienzo de Gauguin que venderia algunos en vida, no como su amigo Vincent, no se el precio que alcanzará, si habrá impuestos, me gustaría pujar, no puedo, ando corto de casi todo. Los políticos...
Lo pienso de muchos países, unos más que otros, empezando por el Reino Unido, su sede en Westminster, su famoso parlamento, su reloj, eso sigue igual, las gentes no son las mismas, no tienen la misma categoría, temple, conocimientos, experiencia, casi diría que educación o cultura. Sucede algo similar al otro lado sajón, ni con la cirugía se arregla al Congreso de Washington, con Nancy Pelosi cual momia faraónica con Nancy Sinatra, misma generación, calzándose las botas echas para caminar. 
Alguien lo ha definido: 
"Se habla y se escribe de la mediocracia o la llegada al poder de los mediocres y los tontos. Ya no hay estadistas y los intelectuales han sido sustituidos por politólogos y expertos. Los parlamentos y los gobiernos están poblados por personas mediocres a las que les gusta mandar. En cuanto a los tontos de títulos y carreras chungas, no son los únicos idiotas, ya que han sido elegidos por lo que Coriolano consideraba el populacho garbancero que no sabe razonar". textual, Raúl del Pozo. 

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