martes, 16 de junio de 2020

Un presidente.

A la búsqueda de un político de cierto nivel siempre, que me llamase la atención, me viene Roosevelt al recuerdo por múltiples razones; cabeza, buena educación, buen nivel económico, amistades, influencias, experiencias, le gustaban los buques, conocía por dentro a la US Navy, le tocó vivir una época fascinante, fumaba mucho, bebía como casi todos, resistió como pudo, se reía muchas veces siempre que hiciesen lo que quería. buenas oportunidades de educarse en Groton, Harvard, Columbia, tío Theodore detrás, familia, dinero, poder. No acaba ahí la emoción. Su tiempo, circunstancias últimas, largas, deciisvas, II Guerra Mundial, Pearl Harbour, alianza contra Hitler, Japón, rescate a Europa, con Churchill, Stalin, llegar exhausto, engañado por el georgiano, después de Yalta, cae en su puesto con las botas puestas.
Vi la película "Hyde Park on Hudson", con mi conocido Bill Murray de protagonista, donde salen a la luz los líos de FDR con su prima, la visita de los reyes de inglaterra en 1939 incluida.  Aquel paraje a orillas del río es una maravilla. Mientras Franklin se quedaba en silla de ruedas y ejercía de jefe, la señora de FDR, Eleanor, pululando. La primera dama con más tiempo en la Casa Blanca, activista, política, que odiaba el sexo, según comentó a su hija primogénita, con su marido, tuvo cinco retoños más. El presidente desde principio de los 20 mostró síntomas de su enfermedad. 
Mrs Roosevelt fue autora de frases como:
"Grandes mentes discuten ideas; las mentes normales discuten los acontecimientos;  mentes pequeñas discuten sobre la gente". 
Mantenía, dentro de su derecho, relaciones con una señora (varias en su existencia) con absoluta normalidad, con la libertad utilizada por algunos humanos. Tuvo diversos asuntos, pero con Hick famosa periodista, y otras, todo fue más bonito. Descansan sus cuerpos corruptos, humanos, en ese Hyde Park, Esos son políticos, que tiempos, que capacidad.

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