miércoles, 17 de junio de 2020

Generaciones.

Quizá mi frustración proceda de lo que ha dicho un humorista sobre que "vivimos en la época del tuit y del titular, no hay espacio para la reflexión", tiene sentido mi incomodidad ya que cuando me impuse escribir como gimnasia diaria, hace 7 años, pretendía reflexionar sobre las cosas de todos los días. No se si los que intentan reflexionar son entonces una especie rara sin mucho interés para que continúe existiendo. Esta persecución me resultaría altamente pretenciosa, no creo en las conjuras ni me apunto a esas teorías que tanto dan para escribir o hablar, de redes sociales. Tampoco creo en las coincidencias. Ocurre, probablemente, que muchas cosas se han hecho mal en todos estos años de supuesto esplendor. Hace ya tiempo que las generaciones han dejado de reflexionar. Cada generación ha ido recibiendo unas formas, fondo, medios, tecnología, circunstancias, totalmente distintos, todo está enfrentándose ahora a lo mismo, algunos con poco tiempo por delante, ya muy tocados. 
Me he construido mis generaciones, como una referencia inútil, un aproximación. 
Abuelos. Los caídos entre 1940/1950 son la generación posterior a la guerra civil aquí, guerra mundial, hoy tienen entre 70/80 ¿qué pueden hacer? Poco, nada de lamentarse. En USA presentarse a la presidencia o relevar a Pelosi. Aqui jubilados, conocieron de casi todo menos la guerra, se sienten viejos. 
Padres. La generación de 1970/1980 nos gobierna, no han conocido lo de Franco, no lo han estudiado, lo repiten continuamente, no han mejorado a sus padres ya que deberían saber lo anterior, suena a que no se ha aprendido nada, simplemente es como un ajuste de cuentas. Se habla de comunismo teoría de la generación de los bisabuelos. 
Hijos. La esperanza es la de 2000/2010, menudo panorama se les viene encima, aunque representan la esperanza.

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