domingo, 7 de junio de 2020

Héroes.

El mundo gusta de los héroes siempre... a posteriori, cuando son consagrados como tales a través de reconocimientos un tanto forzados por las circunstancias. Nos cuesta distinguir a los verdaderos héroes, y es curioso porque deberían reconocerse fácilmente, ya que el auténtico héroe puede tener muchos defectos, pero suelen ser honestos, sin dobleces, directos, de poco hablar, vamos que no suelen ser políticos. Hoy se alaban las gestas deportivas.
Una acción heroica, una azaña memorable, épica, propia de héroes, todo esto lleva consigo la palabra heroicidad. En tiempos normales no hay mucha heroicidad, aunque hay quien piensa que vivir, el día a día es algo heroico. Sin duda lo es para aquellos que vivir es ya una auténtica aventura, no de selva africana o navegación solitaria. Un esfuerzo sobre humano, un mundo cuesta arriba siempre. Hay mucha gente que vive así, si esto se llamase vivir, todos los días, desgastándose en la pura supervivencia. Algunas veces les han llamado héroes anónimos en películas, medios de comunicación, novelas. Hay individuos que salen a la palestra por alguna heroicidad, otros muchos que sus acciones de todos los días son heroicidades, están acostumbrados. Hay profesiones de servicio a los demás, no bien remuneradas que ya representan un sacrificio, tampoco los políticos de pro aquí son ejemplo a seguir. No se si hay escalas en los héroes, hay condecoraciones, honores, premios, ascensos, recompensas, normalmente sobre los ataúdes. Luego existen los símbolos utilizados arbitraria e interesadamente con fines políticos.

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