Muchas veces me he preguntado porqué no me cae bien X. Hernández. Me parece, como personaje, falso, totalitario, de luces cortas. Cuando empezó como jugador, Van Gal, buen conocedor del fútbol, le puso en el primer equipo destacaba en la selección nacional de su categoría , le comparaban con Guardiola, medio centro, otro que me parece falso, totalitario; antes estuvo Milla que era de Teruel, llegó este hombre desde Tarrasa. Habla mucho, explica su idea de las cosas (ya se que hay que mantener la moral del personal) fútbol o no, con un absolutismo fruto de algún lavado de cerebro anterior o complejo. Nunca me pareció un fenómeno si una pieza del engranaje, nunca le vi resolver un partido importante, eso lo hacían otros, pero por los premios recibidos debo estar equivocado. Yo de pequeño en mi primer viaje a la Ciudad Condal, luego fueron muchos, ciudad que me gustaba por diferentes razones, conocí a unos primos de mi madre, naturales de Guadalajara sus padres, buena gente, sencilla, que tenían dos hijos, Paquito y José Luis, no habían cumplido los veinte; el tal José Luis muy catalino, hablamos de principios de los sesenta, eliminados de la sexta por los árbitros ingleses y el FCB un gran equipo; vi que odiaban a los de Madrid, no sólo por el fútbol, Sus padres emigrantes, templaban gaitas, tragaban, se callaban u opinaban igual, no lo sé. Aquel José Luis era como X. Hernández. A mi que había visto el 2-2 en Chamartin, el 2-1 en el Nou Camp,(ambos noviembre 1960 con el gran Luis Suárez) y el 3-5 del domingo 3 diciembre 1960 en la Ciudad Condal para que luego me lo explique Hernández tampoco me convenció José Luis.
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