Otra vez la sauna, otra vez el peligro. Estaba solito en la finlandesa. Entra una dama. Me da palique. Sin salida no puedo escapar. Comenta lo vació que está el SPA. Yo contesto : "El paraiso". Asiente y continúa. Somos los únicos. Ella es japonesa ¿edad? Nunca se sabe ni se dice, menos de una japonesa, el país más longevo del planeta. Vino a España y se quedó. Al parecer se enamoró de Marcelino pan y vino, la película 1954, le pareció algo maravilloso. Además del protagonista dice que todos los niños eran como Pablito, graciosos, listillos, buenos de corazón, sin un duro.Tenía razón aquel almirante español, que le hubiese gustado ser gringo o de la US Navy, que me dijo que el ídolo de los españoles era "El lazarillo de Tormes". Le cuento, a la dama nipona, que el libro es muy español, pero el director húngaro, se queda perpleja. Añado que a mi me daba miedo cuando el Cristo movía la mano para coger el pan, ella no es creyente ni sintoista . Luego contó cosas de Antonio el bailarín, que en Tokio pagan muy bien como en NY el flamenco y los buenos especáculos, que ella ya le conoció, descubrió, con menos facultades. No le gusta mucho el maestro Kurosawa ni el cine japonés. Si habló de Cayetana de Alba y sus amoríos con artistas, pasamos a Paco Goya y los suyos, claro que Paco era mucho hombre, español. Nos salvo la sauna, salimos antes de la lipotimia yo entre Colombia y Japón ya se imaginan lo que prefiero. No me costó decir que es mi país favorito.
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