El pingüino, un animal refrescante. Los observadores de su habitat afirman que tiene un comportamiento noble cuando faltan recursos y a veces es por el calentamiento global, se suicidan noblemente por los demás, ergo Puigdemont no es pingüino. Es catalán como el abad de Monserrat manda. Puigdemont, Carles, nació un día después de los Inocentes, no es broma y no sé si así se programó desde la montaña. Al parecer, le impactó un mitin de Jorge Pujol, personaje que se va a ir de rositas. Empezó como periodista en cosas de fútbol supongo que sin el nivel de Guardiola o X. Hernández, pero con los mismos colores, el mismo noble deseo. Lleva mucho viviendo de la política, alguien le paga junto al lugar de la debacle de Napoleón. Puede que nunca le tomasen en serio ni en la escuela, luego pasa lo que pasa. Él iba a lo suyo como superviviente de un ambiente opresivo, hay que vigilar a los adolescentes. Accedió a la presidencia de la Generalitat porque no querían más de Mas o sea de Pujol. Resulta llamativo la clase de individuos que han ido apareciendo en la llamada política catalana donde no se necesitan muchas luces sino sólo un propósito. Cuando llegó su hora impulsó un referendun y una (no se como calificarlo) declaración unilateral de independencia. Después de ser cesado en cumplimiento del art 155 de la Constitución huyó de España; es fugitivo o exiliado depende y es esperpéntico por unanimidad. Estamos acostumbrados al nivel medio-muy bajo del político en general, pero lo de este personaje que creíamos congelado en la nieblas de Flandes pone el nivel en otra dimensión. Que un señor de estas características tenga cogido por donde pueda al presidente del gobierno sólo se explica mirando a los actores.¿ Alguien sabe quién es su peluquero?.
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