He disfrutado como un cosaco que no soy. En los ojos de esas mujeres, unas y otras, había algo. Me he puesto a ver la final en el minuto 48, volumen apagado, las damas españolas acosando, superando a las inglesas. Primer partido de fútbol femenino que veo en mi vida. En Pensacola 1979 ya había mucha afición, a mi no me entusiasmaba. No quiero hablar de técnica, conceptos, físico, velocidad, fuerzas, recuperación, espectáculo, imprecisiones, penalty errado, ocasiones, palos, entradas, ni de la árbitro, me quedo en mis puras impresiones personales. Estaba en Londres 2010 viendo la final de SudÁfrica en un hotel, todos británicos con su gin & tonic y nosotros, incluida mi señora que vió el primer partido de su vida y único, lo cierto es que al final con su cara habitual, los sajones nos felicitaron al irse. Leí The Guardian esta mañana, el experto en fútbol despreciaba a las chicas, ponderaba a las suyas, se extendía en el asunto de las rebeldes, hablaba de un país dividido. Las mejores jugadoras inglesas se regodeaban en su superioridad, experiencia en grandes partidos. Los australianos apoyaban a sus colonizadores, todo en orden, pero ahora hay un rey no una reina.¿ quién nos apoyaba?. Aquí en España los medios no fueron capaces de contarnos las razones, motivos, de aquel motín, al seleccionador le apoyaron pocos. La entrenadora inglesa, de las leonas, es tan buena que alguien sugiere que entrene a los machos, ¡ ojalá! ¡Ya saben lo mejor ! España- England 1-0. ¡ Qué ejemplo el de estas chicas, del equipo! Se lo merecen de verdad han sido mejores sin paliativos.
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