Recomiendo ir a ver las Colecciones Reales. Sobre todo por la magnífica obra de acondicionamiento realizada, buen trabajo. Luego todo es contar la historia que no es fácil de resumir. Hay algo de hablar bien de todo el mundo no de analizar la Historia y unos y otros como reyes, querían, coleccionaban cosas, fruto de su época, gustos personales, cultura, conocimientos o consejeros, que ahora son patrimonio nacional. Va de Austrias a Borbones dos dinastías muy diferentes, dos épocas. Se empieza en orden cronológico con el gran Carlos, un poderoso emperador, un gran hombre de su tiempo, que casi todo lo hizo con buen criterio, el más grande según Don Manuel Fernández Alvárez, aprendiendo siempre en medio de la primera mitad del siglo XVI de un ritmo mareante. Luego Felipe, su hijo, que a lo mejor hizo lo que pudo en medio de las dificultades que imponían los enemigos, la propia Iglesia Católica, las circunstancias en otros países, los descubrimientos, la tecnología disponible, los españoles que había para tareas inhumanas de colosos, En la visita pasan los siglos llega el de oro de las Artes y las Letras, los genios; desgraciadamente los reyes, tienen sus limitaciones no están a la altura casi nunca, ni les saben ayudar o no se dejan, y esto deprime un tanto. Ya no sigo, recurro al arte, profundidad de don Antonio:
Lo demás, taciturno, hipocondriaco,
prisionero en la Arcadia del presente,
le aburre; sólo el humo del tabaco
simula algunas sombras en su frente.
Este hombre no es de ayer ni es de mañana,
sino de nunca; de la cepa hispana
no es el fruto maduro ni podrido,
es una fruta vana
de aquella España que pasó y no ha sido,
esa que hoy tiene la cabeza cana.
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