Siempre sentí un algo especial por el Imperio Romano, imperfectos aunque no los menos coherentes de la Historia. En un buen buque de guerra tuve un segundo comandante que en la tablilla de mensajes firmaba con SPQR si le parecía algo absurdo, y cuando algo del mando le parecía irracional afirmaba:
esto es de romanos. Se retiro cuando llegó su momento, no alcanzó esas glorias terrenales de los oficiales generales y su hijo tenía otro talante. Entre aquel hombre y algún romano me muevo ahora. Creo que necesito regenerarme, a mi mismo, por culpa mía, por condiciones mías, por limitaciones mías. De otra forma, como siempre he intentado hacer siempre. Veremos si tengo fuerzas. No ha sido por el año nuevo vida nueva; ni porque una amable jovencita se ha levantado en el metro, yo pensé que la razón era apearse, pero me han avisado que me dejaba el asiento y le he dado las gracias por su amabilidad. Tampoco es porque nos hayan eliminado, bien eliminado, de la Copa como cuando era pequeño, pensé hablar de reacciones pero prefiero esperar. Tampoco porque haya empezado el libro de Steven Pinker
Enlightenment Now que me volverá a mis orígenes del cole, supongo, sin que piense que voy a descubrir algo pero nunca se sabe. Quizá porque tengo que hacer otra mudanza, puede que la última. cuando pensé que ya había hecho muchas, mis padres siempre vivieron en la misma casa. El caso es que regenerarse toca.
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