martes, 2 de enero de 2024

Perdón, bonita palabra.

En este año ya 2024, en este siglo XXI, en esta época de tanto conocimiento quizá nunca igualado en el pasado, me encuentro perdido, más perdido que un pulpo en un garaje. Son cosas de la edad. Me pasa como con las opiniones del Covid. Cierto que si sale en la prueba positivo es que lo tienes, pero si sale negativo no sabes bien lo que tienes o es que antes cuando tenías un trancazo ¿tampoco era eso?. A mi me pierden o me confunden algunas personas que yo titulo generalistas,  o relativistas sin el nivel de don Alberto o simplistas. suelen decir que son buenos, cosa que yo nunca me atrevería a decir que lo soy, claro que no lo soy. Son salvadores del mundo actual en la actualidad, como son tan respetuosos todo lo que sea por el planeta es bienvenido. No les gusta la palabra ¿por qué? No tienen ninguna lógica conocida, nunca se equivocan. Lo curioso es que no suelen ser ni grandes lectores ni estudiosos ni Kazantzakis de la vida que van de un lado a otro en busca de una verdad que persiguen con pasión. Los Kazantzakis aunque se equivoquen lo intentan de nuevo. Consultan siempre internet, nunca hablan de aulas, conocimiento, excelencia. Estos sabios generalistas quieren vivir mucho tiempo pero no te dicen la razón. Debe ser por mantener o mejorar este mundo que les ha tocado, cuanto más tiempo mejor si preguntas ¿ por qué ? tampoco hay respuesta. Presumen de generosidad y son muy egoístas. No creen en nada después del último suspiro. No suelen ser divertidos, son simplemente perfectos. A mi me gusta cada vez más el imperfecto que yerra, se levanta, cae y vuelve a levantarse

No hay comentarios:

Publicar un comentario