sábado, 6 de enero de 2024

Oro, incienso y mirra.

Los Reyes Magos la gran ilusión. En casa eramos tres seguidos en aquellos tiempos de juguetes luego ya no había reyes para todos, me refiero nombres. En el reparto inicial, no se como , me tocó o yo elegí a Baltasar, no se porqué, desde luego no tenía nada contra las personas de raza negra o tostados por el potente sol del desierto, no era de Cola Cao tampoco, Didí fracasó. Al fin y al cabo aquello era España no los USA y en el sueño del cura de Bienvenido Mr. Marshall ya aparecía el KKK. Los Reyes Magos eran muy mayores, eternos, grandes barbas, probablemente con problemas de salud, debía ser un poco molesto tanto viaje en dromedario de un lado para otro de Oriente Medio, claro que no estaban los de Hamas, de hecho tardarían siglos en aparecer e intentar echar a todos los que no piensen como ellos. No me daba cuenta que los de Ben Hur eran actores británicos por aquello del acento. Uno de ellos Finlay Currie, escocés, hace de Baltasar que no sólo sale en la foto del portal sino que es el amiguete del jeque, un inglés haciendo de beduino, que le presta los caballos al bravo Juda para que derrote a los negros de Mesala con la estrella de David como si fuese un pin del Madrid, cosas de Hollywood. A Baltasar le recuerdo en Quo Vadis? de Pedro un poco asustado saliendo de najas de Roma hasta que algo pasa en la Vía Apia y vuelve. Creo que en Ben Hur cuando me llevaron al cine afirme rotundo que Baltasar, al menos el mío, era negro.

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