El origen de este mundo quizá se encuentre entre el Tigris y el Éufrates como aquel paraíso terrenal de la Biblia judía, en esa parte del planeta, de otros tiempos no tan áridos. Allí había un jardín del Edén. Hubo otro cambio climático con otra Greta o Eva. Por lo tanto no es de extrañar que haya muchas reivindicaciones alrededor de esas tierras. Uno de los reclamos viene del Islam el más moderno, el bueno, sin intenciones oscuras porque su doctrina es muy clara.
La del alba era , en el capítulo IV, cuando don Alonso Quijano, Quijada Quesada o Quijana que ya don Miguel nos confunde a veces, no sobre su sexualidad, salió como debe ser, rumbo a sus aventuras cual flotilla manchega de unidad única. Ya había fallecido don Fernando Álvarez de Toledo aventurero de tronío, que fue Gran Duque como el brandy y hasta el final como mi equipo. Realmente un auténtico servidor de dos personajes relevantes de aquel mundo, con emperador o rey, que temía al Duque, un tipo auténtico. Todo este rodeo para ponderar a mi tocayo, que despierta mi admiración y evitar parecerme a Federico Jiménez Losantos que sabe de todo y hablará también de la boda, iglesia por medio, de un tal Cayetano porque somos tenaces, no aprendemos y adaptamos todo lo que podemos. Nosotros los de Alba, decía aquel ex cura.
Otro asunto que no es de boda si desamor. Los medios destacan el si condicional de Hamás. Supongo que habrá que hablar porque aquí todo el mundo juega sus bazas. Lo curioso es que los que puntualizan la importancia del si es por Hamás, para muchos una organización terrorista, y no de la Autoridad Palestina que suena a invitado de piedra o ex terroristas. Siguiendo esa lógica los terroristas ganan, los que más ganan, no es de extrañar el apoyo por estos lares.
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