viernes, 12 de julio de 2013

Butifarra, salchicha alemana o cocidito.

Declaraciones del entrenador del Bayern sobre su antiguo club. No vienen a cuento, excepto el deseo de fichar a un jugador y enturbiar algo. Supongo que ese excelente entrenador para el Barcelona tendrá sus razones.
¿Qué me llama la atención? Las reacciones.
¿Se imaginan si el Sr. Mourinho se pone ante un microfóno en Londres, y no precisamente porque quiera fichar a Casillas, para decir cosas similares? ¡Qué titulares! Cuanto cuchillo desenfundado.
Y ahí está la cuestión el trato de los medios, la prensa deportiva o no, a ambos clubs. O mejor el trato único a un club de fútbol; el proteccionismo digno de un régimen totalitario y policial.
Las discrepancias, problemas, opiniones humanas, malas relaciones personales, ya se sabían, pero había que esconder, ¡ojo con la imagen! Para eso necesitas mucho colaboracionista, ¿con qué objeto? En Madrid es imposible. 
En Barcelona imperan las órdenes, instrucciones, consejos, quizás algo más velado. Hay que minimizar, preservar a lo que es más que un club. Cataluña está en juego y es atacada. Van a por Cataluña y catalinos unidos contra no sé qué. Ocultar, despistar, ensuciar. Nada de airear alfombras. Hay que hablar de buen rollo, poner a X. Hernández, de Tarrasa, en los micrófonos, con su elegante look (¿quién le asesora?). Hay que preguntar a Cruyff y que te lo explique en catalán o ¿ no? , porque es parte del juego.
Que no hable Carles Pujol que es catalán, sensato y no va de eso.
Como siempre en Barcelona todo el mundo que quiere sabe lo que realmente pasa.
En Madrid, de siempre, se le da mucho caña a un club de fútbol Peor con el Sr. Mourinho, alcanzando cotas no logradas; se ha atacado, vilipendiado, y hablado por algunos/as como si tuviesen micrófonos en el vestuario
¿Quién protege al Madrid? Me parece que nadie. Su camiseta blanca cuando juegan la fútbol de local.
Su camiseta, limpia y blanca que no empaña. Es mejor así.
Aunque no podamos fichar a vascos porque piden unas cantidades absurdas(están en su derecho); a un jugador del Barcelona o Atlethic, o Atlético de Madrid, por no ofender. Buscaremos otras alternativas, al final la vida da muchas vueltas y las mocitas madrileñas irán alegres y risueñas porque juega su Madrid. Al fútbol, y a veces muy bien, nada más.
Lo otro  pasa cuando se mezcla el fútbol con las malversas intenciones políticas y se manipula.
No se me enfaden.

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