Había un almirante, ya lo he contado, que lo primero que leía, mucho antes de ser ascendido, era el ABC, esquelas, " para ver quién había dejado de fumar". Llevamos un tiempo en el cual se han ido despidiendo de este teatro del mundo marinos de guerra, en activo o retirados, que han disfrutado de glosas, parabienes, muy propios de nuestra condición de humanos e hispanos de recio abolengo. Ussía, don Alfonso, madridista, en el recuerdo, diferente a mi, amigo de un buen amigo, ha hecho glosas de marinos, me gustaba porque acompañaba a don Antonio Mingote con cariño a las tertulias post partido en un garito repleto de Concha Espina y admiraba a don Luis Sánchez Polack ídolo mío. Hubo una vez, una glosa, de Ussía, a un almirante, magnífico ser humano que descubrí su humanidad antes que él, sin guerras del XVIII ni muerte en combate, de otro siglo, de siempre. Contemplando el Pacífico, aquí en el mismo Hollywood, me he acordado que hay muchos de los que sólo queda la constancia de los cercanos, que quizá sea lo más gratificante porque las glosas, Ussía, glosas son. Este hombre, anónimo para la mayoría, es cabal, palabra en desuso, honesto, honrado, sacrificado, estudioso de sus aficiones, buen escuchador, un hombre de la tierra de María Santísima con un arraigo al norte de España, yo diría metiéndome en un berenjenal ante juicio tan trascendente, que es , en el buen sentido de la palabra, un hombre bueno. No piensen que nos hemos visto tanto. Durante muchos años muy poco, una vez le pedí su opinión sobre un asunto y hace unos meses marqué su teléfono por error en llamada de whatsApp y hablamos del Madrid porque había muerto don Amancio. Creo hay que decir las cosas en vida, sobre todo cuando el sentimiento, la sensación, es tan sana. Su nombre y primer apellido son de la cepa hispana, su segundo es como el pueblo natal de don Miguel, de gloriosa universidad, sin el nombre del río. Nuestro don José, Pepín, siempre me daba que tenía cierto parecido con el gran de Funes, actor, hombre de fuertes convicciones, cuyos padres eran sevillano y gallega respectivamente.
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