lunes, 10 de abril de 2023

Se me espachurró el alma.

 

Me pareció una bonita expresión, se la oí al padre Francisco, mexicano, franciscano, en la iglesia de San Francisco de Assisi cerca de Sunset blvd, LA, con un cuadro de la Vírgen de Guadalupe y el rosal del indio Juan Diego. Larga misa de Resurrección, con campanillas de mi infancia, en castellano. El sacerdote de más de 60 desde luego, barba de misionero, energía, un acento como de Cantinflas, con todo mi respeto a ambos, que se soltó con unos versos de ranchera en uno de sus ejemplos y tenía buena voz, luego lo confirmó en los cánticos eclesiásticos.  Cada vez que quería expresar que los católicos no se comportaban como debían, decía que se le espachurraba el alma. Llamaba al pan pan y al vino vino. Daba una de cal y otra de arena, todo como Cantinflas que con lo mujeriego que era le gustaba hacer de padrecito. No se andaba por las ramas el franciscano. Hubo gente que aplaudió. Explicó muy bien las lecturas y le dió un giro a los de Emaús, al paseo con aquellos dos discípulos que luego inmortalizó , antes Caravaggio, Rembrandt. La obra de este, magnífica, la vi en Le Louvre, uno de los que casi podría ponerse a la altura de Velázquez. No se dieron cuenta en aquellos 11 kms con quién hablaban y es que según el padre Francisco a Dios le gusta que el hombre colaboré que le pida su ayuda, no decirles desde el principio de la caminata con quién estaban hablando, el protagonista de toda la historia que contaban que había sucedido hacía tres días en Jerusalén. Jon Rahm gana aquí en Augutsa USA, a Seve en su cumple no se le espachurró el alma, tenía que ser ese día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario