Basket.

Eso del fin de año, ya cercano tiene siempre aires de recapitulación, como si las cosas cambiasen a partir del primero de Enero. No voy a recapitular de asuntos políticos ni nuevo gobierno ni vieja coalición ni pactos ni amnistía u otras hierbas ¿ Para qué?. Aburren, guste o no es vergonzoso. Tampoco me voy a enfocar en el resto del mundo próximo, sus cuitas, dirigentes o asuntos eternamente pendientes. Voy a ir por el camino del baloncesto que tampoco sé a quién importa. El Madrid, mi equipo, lleva una racha de buen juego y victorias en basket que no es fácil lograr, mucho mérito mucho equilibrio, no puede ser eterna, sobre todo con la Euroliga. Los jugadores son de gran calidad con una gran mezcla de veteranos y noveles. además tras la ausencia de Laso, Mateo se ha comportado con mucho criterio y les convence. Estamos como estamos. En otra época,  de adolescente, antes, con Los Brincos y otros grupos, existía un torneo de Navidad de baloncesto, también bajo la tutela de don Raimundo Saporta y la FIBA. Hubo partidos espléndidos con selecciones de máxima categoría o equipos de mucho prestigio, lo televisaban pero lo bonito era ir al pabellón de la Ciudad Deportiva a verlos, chicos y chicas. El ambiente era magnífico y supongo que la edad ayudaba.