Gracias hay que dar gracias. Siempre he dicho que mi pueblo es un pueblo porque vas por la calle y reconoces gente. Mi pueblo se llama Madrid, aunque no es un Madrid muy grande. Ahora en 2023 he leido a unos sudamericanos "ricos" que viven en el llamado barrio de Salamanca, mi pueblo, que no sabemos lo que tenemos ni cómo se vive aquí. Si ellos supiesen lo que sabemos. Ahora hay muchas gentes. Finales de los 60 muy finales a punto de perder la inocencia que nunca tuve andaba de un lado para otro como perro sin collar. Fiestas de Navidad, la fiesta de casa, los Pekenikes y los Bravos, podían encontrarme con Lucas o Alfonso en Mozo, el Aguilucho, Don Samuel, El Águila o con Mick el alemán parecido a Jagger que cantaba "No se mi nombre" y hablaba de un perro sin collar, que triste es vivir así. Darte un paseo por Serrano, ver tiendas, un pincho de tortilla, frío, Jurucha acechante, un tortel vespertino, sin un duro y las chicas bien vestidas, perfumadas. Suerte de ir al Drugstore de don Ramón de la Cruz, más fortuna de una velada vespertina en Don Daniel o un jolgorio en el 42 de Claudio Coello el tubillo. Otro perfume, unas medias negras y Gilbert O'Sullivan casi apareciendo. En el fondo no se mi nombre y no lo sabré era lo mismo. Pero al ser de Madrid si hubiese dirigido Space Cowboys al final en la luna no se hubiese odio a Frankie con lo de Fly me to the moon, mejor hubiesen tocado Los Pekenikes "Cerca de las estrellas', al fin y al cabo el adios a toda juventud etc etc... Gracias muchas gracias.
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