lunes, 25 de diciembre de 2023

El precio de cada generación.

Abuso dominante, libertad sin libertad, intento de Unión, Desunión Europea, independentismo, separatismo, catetismo, o quererlo todo sin dar nada a cambio, son algunas de las sensaciones que producen las mezclas. Mezclas de quimeras particulares y egoistas con logros colectivos. Todo sin tener en cuenta el tiempo que pesa sobre el ser humano. Es muy bonito vender, hacer slogans, abrir la boca, populismo o demagogia, lo difícil lo duro es trabajar, currartelo, estudiar, aunque no salga. Se puede aplicar a eso de la superliga nombre ridículo o al carajal de la gallina turuleta del gobierno de España o los pactos o las consecuencias o a cualquier tema, como la no participación en Atalanta. La esencia es que cuando hay un problema suponiendo que se analicen los factores queremos permanecer igual pero viviendo mejor, en realidad se refieren a mantener privilegios, quizá sea la indicación más grande  de la descomposición. Nunca he odio a nadie, porque no sería político, que construir una verdadera Unión Europea supone un cambio enorme, que hay que pagar un precio, que no podemos ser 450 millones de personas en 4 millones de kilómetros cuadrados y querer ser los mismos de Atapuerca. Estan muy bien las costumbres los ritos, todas las cosas que son de cada uno, como la Lotería de Navidad y los niños de san Ildefonso, o Santa Claus pero una Europa de verdad necesita evolucionar pagar un precio ponerse las pilas no vivir de las rentas, lo único que queremos todos. La demagogia, nuestras contradicciones los fantasmas y todo el mundo es bueno.

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