domingo, 3 de diciembre de 2023

In memoriam. Un oficial de la Armada.

Hay otros más indicados, cualificados, para hablar , lo mío intenta ser un desahogo y breve homenaje. Un día estás en una estación de metro, entra un WhatsApp, aunque no es inesperado te deja de piedra, sientes el vacío, una gran pena. El día dos falleció una persona que representaba muchas aspectos auténticos poco frecuentes del ser humano. Entre otros la coherencia, entereza, gran dignidad, fortaleza unida a una buena cabeza, honestidad para consigo mismo y los demás, seguramente tendría sus defectos que no vienen a cuento o como decía Peter O'toole cuando le preguntaron si bebía mucho con su amigo Dick Burton : I don't recall. Tenía muchos amigos, fieles, mucha gente que le apreció durante su vida larga, con batallas decisivas ante problemas serios de salud y siempre saliendo adelante. Esta vez y para demostrar que no era inmortal no pudo vencer. Nunca le oí quejarse de nada ni de injusticias que pudieran haber cometido contra él o frustraciones ante su buen hacer profesional. Alguna vez le dije que me inspiraría en su personaje para escribir algo, porque le consideraba una leyenda. Me miró, como miraba, cambió el gesto y no hubo nada. Yo no participé de sus años gloriosos de juventud y plenitud. Cuando le conocí, siempre en ambientes nocturnos, discotecas, bares y copas, al principio le trataba de usted que suena a tiempos de la guerra de Cuba. No creo que le gustase que ahora le llorase ni me quejase. Nunca le oí tampoco un lamento ni en estos últimos tiempos, quizá si ante la perdida de algún ser que veía cercano o un  leve comentario con sus silencios. Un señor bien educado, de buenas formas, buena planta, generoso, amante del basket histórico de calidad, que le dió la mano a Wilt Chamberlain en USA y prefería a Bird ante Magic. Aficionado al buen cine, westerns y Unforgiven, la buena lectura, las novelas, algunas canciones de calidad, con un sentido del humor muy propio. Una memoria espectacular que sentía perder y no poder apuntalar sus argumentos ante las derivas ajenas. Quizá su siglo fuese otro. En la última comida su amigo Eduardo le llevaba del brazo al restaurant desde el coche, me sugirió, como hacía las cosas, sin palabras, que yo también cooperase y se agarró por el otro lado, nunca había solicitado ninguna ayuda. Ayer domingo fui a una misa de once para niños, y pedí por él, pedí porque me mandase uno de sus análisis, breve, conciso, directo de lo que se ha encontrado al llegar. Seguro que hay alguien digno de recibirle, ya lo creo que habrá alguien.

1 comentario:

  1. Bonitas palabras hacia un amigo. Siento mucho su pérdida. Lourdes

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