miércoles, 7 de septiembre de 2016

El error innecesario.

Sin novedad en el cultivo del sentido común; no se observan mejoras en el enfermo mundial,
El gobierno de las Españas propone para candidato a un puesto (que nos corresponde ahora) en el banco Mundial, de ganar muchos dólares y decidir nada, a un ex ministro.
Es funcionario también, alto funcionario, muy alto.
Pero estamos en post fracaso de una investidura, con asuntos de corrupción que son el combustible contra el gobierno, aunque la economía no vaya tan mal, por ahora. Ese alto funcionario dimitió como ministro por "descuidos" a la hora de tener dinero fuera del país y no cotizar.
Puede que caiga "bien" al ministro de Economía, e incluso al presidente en funciones, pero me asombro , me pregunto:
¿Nadie dijo que sería otra bomba de relojería para avivar el fuego de la dividida oposición en el momento oportuno? 
¿Nadie fue capaz de ver que se iba a armar la que se ha armado?
¿Dónde habita el sentido común?
Tampoco a Trump le dice nadie que se calle y que se centre, que deje de suministrar argumentos a una oponente incapaz y dubitativa. Quizás el nuevo jefe de campaña intente recuperar el mucho espacio perdido
¿Dónde cohabita el sentido común?
Claro que habrá quién me diga que ese es mi sentido común, que hay otros factores que yo no veo.
Puede, puede...
Cada vez me convenzo más de la torpeza humana. No la provocada por errores propios de las dificultades sino la provocada innecesariamente, como el pase de un medio centro al contrario, esos que Fernando Redondo nunca daba.
Hay que minimizar errores innecesarios, absurdos. Las energías hay que guardarlas para la hora de la verdad.

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