domingo, 4 de septiembre de 2016

El color de unos ojos.

Mr. Obama en China y los chinos no le hacen mucho caso, no me extraña, está de despedida y nunca se impuso, lo que viene detrás ni se sabe.
¿Cómo son los ojos de Obama?
Aparece una peli con ilusión, la primera dirigida por Raúl Arévalo con Antonio de la Torre (ambos me caen muy bien); y he visto la última de Mel Gibson, "Blood father", ojos azules, ya con gafas, como actor, su regreso; es un buen hombre de cine, sabe de esto, pero no me cae bien.
Sorrentino presenta en Venecia "Pio XIII", con Jude Law y sus ojos, donde habrá belleza por todas partes, aunque el papa de ficción fume como un descosido. Seguramente habrá algo más que las tomas de Roma, quizás política.
En política, Francia tiene que aclararse sobre su próximo presidente, el Reino Desunido sobre muchas cosas y las Españas no digamos. No me se el color de los ojos de los candidatos pero no me dicen nada.
El papa, de verdad, canoniza a la Madre Teresa; ya es una santa de la Iglesia católica.Su proceso ha sido rápido. 
El papa Juan Pablo II, también santificado, debía de tener una opinión muy elevada de ella, esa monjita, aparentemente débil, de escasa estructura física que poseía una fuerza brutal para moverse en la India como pez en el agua. Sólo con una intención, dedicar su vida por los pobres, los más necesitados, porque además eso le hacia feliz. El mundo se fue dando cuenta poco a poco y el Evangelio del Cristo encontraba su explicación más sencilla y eficaz.
Me acordé de algo que me dijo un vinatero de Pedrosa de Duero, en sus bodegas; había tenido una recepción privada con Juan Pablo II, había hablado con él, y de pronto le miró "con esos ojos verdes como el cristal", me dijo, y le traspasó.

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