La corte del Faraón, parece mentira, pero fue en 1910 cuando se estrenó en Madrid esta mezcla de opereta, zarzuela, revista o cuplé, que tenia algo de Aida, mucho de cachondeo, divertía con éxito a los españoles y españolas de entonces, sometidas a la dictadura, o dictablanda, de sus maridos, sin votar ni en England; una España distinta en una Europa muy diferente en un mundo que a lo mejor necesitaba menos, o se reía más. Supongo que mi abuelo el zarzuelero llegó a verla en el teatro Eslava o algún otro.Ya saben que en esta historia de Egipto hay de todo como en el gobierno de me cachis que padecemos como las almorranas con dignidad, sin hacernos muchas ilusiones sobre las alternativas porque no brillan y parte del pueblo es feliz o prefiere el malestar. Los protagonistas son la jodienda que no tiene enmienda con gracia eso si. Un pastor casto bien dotado, cosa siempre relevante; una mujer de Putifar insatisfecha, normal; un general Putifar que no pelea en Marruecos disculpando su falta de arrojo con su señora; el monarca del Nilo, la esposa del Faraón, y otros personajes; todo lleno de alusiones picantes, insinuaciones, música. Estoy seguro que en la corte de Moncloa existen los mismos personajes, más vulgares, vacíos, inútiles, efímeros, menos graciosos, que no creo tengan el salero de los de la zarzuela.
viernes, 3 de septiembre de 2021
¡Ay, Ba!
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