Appomattox.

Noticias que me llegan de USA, en medio de la incredulidad en la lucha contra el coronavirus, por esa todavía poderosa nación que produce antes que nadie sus vacunas, que no consiguen que escuchen a las autoridades, es la tierra de la libertad mezclada con cierta estupidez e ignorancia; yo presumía de no conocer a ningún negacionista, más en los días que llevo aquí he conocido a tres de golpe, de él nunca lo hubiese adivinado, debe ser por no aguantar a su parienta que tiene usía. Adaptado al mundo moderno me llega de esos mismos US un artículo, de los amigos de la actual administración, apuntando a otra presidencia fallida, Camelo Harris tiene el nivel más bajo de cualquier vice en las últimas décadas, el presi , Sleepy Joe, no puede desfallecer ahora, es el precio que hay que pagar por querer vivir en esa residencia de Washington DC. Al mismo tiempo quitan la estatua en Richmond Virginia, capital confederada del general Lee, patético movimiento que no resuelve los problemas, como si copiasen a me cachis que guapo soy, que se dedica a bombos mutuos con su grupo en un parlamento que no hace política. Me quedo con la escena de Lincoln, Spielberg, cuando el actor que hace de Lee da atrás con su corcel, sombrero de general en mano, dominio del caballo, Grant, y el resto, saludando, Lee pensaba que la esclavitud era un mal por el efecto que producía en los blancos. Al final nos queda el cine.