"En mi vida sólo he tenido una pasión: el golf". No se porqué razón me acordé ayer de Severiano Ballesteros, del cual me acuerdo muchas veces, supongo que por ver a Europa pelear en la Ryder contra USA allá en su territorio, añorar aquellos tiempos en que sacábamos de quicio a los yankees, controlábamos a los británicos siempre inclinados ante el talento de Seve, los mejores golfistas de la vieja y civilizada Europa hacían piña alrededor del de Pedreña; recuerdo el poster suyo por todo Londres, un chaval, con su gesto lo que no se vió nunca en la cuna del golf, ese tipo era de Santander, España, era cántabro. Una vez leí que llevó mal su deterioro, no su enfermedad mortal, sino que su golf no era el mismo, él sabía bien lo que era la excelencia. Ese Seve surgió por generación espontánea en esta tierra de Sáncheces, palabra que no existe, personajes que si existen. Se nos fue, luchó hasta el final, como siempre. Ahora se va doña Angela Merkel de Alemania, de otra manera, también de la UE, muchos años en el poder, mucho sentido común, primero Alemania para ella como seguramente debe ser. Vendrán otros, se resucitarán muertos que no resucitan,, volverán las vueltas a lo mismo en otras circunstancias mundiales, los problemas habrá que resolverlos como le pasaba a Seve al golpear la bola en circunstancias inusuales e imprevistas. No podemos hacer experimentos de genética, no podemos mezclar a Merkel con Seve, no se lo que saldría, pero me temo que la echaremos de menos, también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario