Los pinguinos.

Es pronto, es politiqueo, necesidad de cubrir minutos de televisión, páginas de diarios, son los medios que se aprovechan hay algo de eso; también los propios actores en sus limitaciones, temores o aspiraciones,  todo se mezcla en una vorágine que cuesta digerir como espectador, independientemente de los colores que se defiendan o simpaticen. Los medios se aprovechan, los actores contribuyen buscando beneficios personales predomina el tiro por la culata. Se mezcla esa supuesta lucha en el PP de Madrid donde Ayuso/Almeida tienen más caché que el presidente del partido, con una señora que podría estarse callada, haya o no haya niñatos en Génova; en realidad es un partido tradicionalmente con niñatos, pero no procede, hay que intentar centrarse; la mayoría, la inmensa mayoría de los políticos no digamos del llamado progresismo, si dejan la política, no son nada, no es el caso del alcalde. Al mismo tiempo esa mesa de Cataluña,Gobierno/Generalitat, nace en un entorno de post Diada, independentismo a la baja, ambiciones a la alta, con demasiado egoísmo, sillas vacías sin rumbo excepto el fijado por esos Jordis de mala pinta peor comportamiento. No hablemos del CGPJ, como se habla demagógicamente de algo tan relevante, tan decisivo, en un estado de derecho como es la justicia. Es inevitable a donde vamos sin ninguna necesidad.