Recuerdo.

El circo, payasos, fieras, trapecistas; colegio, barrio, vacaciones, los amigos, complicidades, la mar, barcos, música, humor reírse de todo, la búsqueda de eso que se llama verdad o sueños, tan difícil de definir, todo con una pizca de inocencia sin ser inocente. Una playa, un pueblo, las estaciones meteorológicas y sobre todo las de los trenes, el olor a alquitrán, el humo, la posibilidad de viajar, conocer, la aventura; vida, muerte, entierros, penas y alegrías; las mujeres, cuerpos, caderas, exuberancias,vestidos, sugerencias; todo adaptado a la época que te toca vivir, sobre todo la de la niñez/adolescencia aquella que pone un sello imborrable para el resto de tu vida siempre dándole vueltas a lo mismo. Luego está el momento político, circunstancias del país donde naces, la coyuntura del mundo que te toca vivir, unos más divertidos que otros. Fellini tuvo sus recuerdos, creó la palabra Amarcord, se inventó una palabra, como un título para definirlos. Nos creemos que solo nosotros tenemos recuerdos, los míos son muy parecidos a los de Fellini, con los mismos parámetros esenciales. Al final casi todo son sueños.