Redes.

"Nos desahogamos en las redes sociales, pero esa autocomplacencia no produce cambios", es una frase tomada de un periódico digital al cual no estoy subscrito, la dice Fernando León, en una entrevista y puede ser un punto de apoyo para una reflexión. Las redes  son complicadas, además te puedes enredar; las redes se utilizan para pescar, a los pescados no les gustan prefieren la libertad de la mar. No puedo hablar con conocimiento de causa no uso las redes sociales, ni las he utilizado; pienso que son un invento útil que hay que utilizarlo bien, como todo instrumento, si observo que debido a su facilidad de utilización, a sus características, se convierten en una frivolidad para expresar, decir, lo primero que se te ocurre como si fuese un mero transmisor de frustraciones, válvula de escape, aunque también habrá quién reflexione en las redes. No he sido educado en las redes, como decía Millán Salcedo "uno no sabía lo que era eso". Conviene vigilar si efectivamente en las redes se suelta el primer exabrupto que se nos ocurre, una boutade, una estupidez o algo que nos hace sentirnos bien como el caso de me cachis que guapo soy o el entrenador del Atleti que es un me cachis que listo soy (no sólo en fútbol) con los palmeros de cada uno a la guitarra. El ser humano necesita aliviarse, echar balones fuera, reducir presiones, hay muchas maneras, también necesita que le enseñen a luchar consigo mismo, a conocer el idioma en que se exprese, necesita cultura, la búsqueda de esa excelencia por el conocimiento, currárselo, sufrir.