Fallero y Fallas.

Seguimos aprendiendo. Valencia, entre arroces,  allí cambió algo, en contra del Madrid, en 1996, siguen agresivos reivindicativos, ruidosos; la temporada pasada, ante un flojo rival, fue un partido muy malo nuestro, repleto de penaltys y errores, esta vez todo es diferente, en principio. Bordalás es su muy competitivo, meritorio, entrenador, ya de fallero mayor, con público, mentaliza muy bien, es claro, define formas, le siguen, por lo tanto no hay que descuidarse, los jugadores darán su versión buena. Comentar que la alineación incluye a Hazard, con todas sus dudas, sin Gutierrez, ya veremos. El Valencia reconocible, intenso, presión alta, aprovechando todos los trucos del fútbol, apoyo de público absoluto, al estilo local sin tracas con banda incluida, dos lesiones musculares, nada cambia, una ocasión a balón parado. El Madrid entra incómodo en la pelea, la acepta, se lesiona también Carvajal, juega mejor, no finaliza, 0-0 al descanso. Todo igual en la continuación hasta el pase de L Vázquez para que Duro marcase de buen disparo, como si fuese un entrenamiento con el Castilla del año pasado,  ruge el coliseo, canta Valencia. Salen Casemiro, con problemas obvios, y Modric cansados ambos. En el minuto 70 el Madrid, como tantas veces en el pasado se espabila con poco tiempo, le entran las urgencias, acorrala. Los cambios funcionaron en el Madrid, a Bordalás no le funcionaron, se fue para atrás o le empujaron demasiado, sobre todo por la labor brillante de Camavinga, los goles de Vinicius y Benzema son la guinda, 1-2.