martes, 2 de septiembre de 2014

Periodismo y alto riesgo.

Supongo que todas las profesiones tienen diferentes niveles, grados de excelencia y calidades en el desarrollo de su labor. Hay que aclarar que todas son respetables que lo son, sobre todo para evitar entrar en retóricas absurdas y no dar munición de baja categoría al oponente. Hay una profesión que para mi destaca por su trascendencia, su influencia entre la opinión pública y su necesidad. Me refiero al periodismo.
Unos se juegan la vida y otros juegan con las vidas.
Es una profesión no exenta de riesgos y lo vemos cada día con las imágenes de un encapuchado dispuesto a rebanar un cuello. Estas personas arriesgan su vida por contar una historia, por reflejar unos hechos y se convierten en blancos fáciles de gente que no tiene mucho pudor. Gracias a ellos/as podemos saber lo que pasa, algo de lo que sucede.
Hay otro tipo de periodista que dice ante todo que es un profesional (le falta decir que es humilde como los futbolistas) que se dedica  a contar cosas que al parecer interesan a la gente porque se ven reflejados en sus programas. 
Son los equipos de Ana Rosa Quintana y programas similares que abundan en todas las cadenas. Los presentadores son del tipo Ana Rosa, más o menos entrados en años, con estilo o no, con gracia o no, con inteligencia difícil de entender y equilibristas de dar noticias altamente interesantes sobre "famosos" de cualquier fama, sucesos, morbo, desequilibrios mentales o repetición de imágenes de interés muy relativo. Y debe ser negocio porque existe la libertad de no ver la tele que es una actividad muy recomendada para un sano equilibrio mental. Ver a un señor/a con una alcachofa persiguiendo a alguien es muy gratificante.
Hay otros/as que se la juegan por menos dólares, que pretenden informar y que los objetos de información no son como los pacientes perseguidos en estaciones del AVE. Son tipos/as un tanto violentos que cortan cabezas. ¡ Ah! todos son periodistas. Hay que construir una oda a la igualdad,la coherencia y la sensibilidad de los informadores. Al fin y al cabo, con toda humildad, lo que hacen es informar.

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