Simeone, Mourinho, tan distintos.

Uno es argentino con lo que lleva de verbo y explicaciones, de cancha y navajeo. El otro es portugués, mosqueado, muy serio y muy trascendente.

Uno habla y habla a la prensa, sobre todo cuando le alaban. El otro se enfrentó en público y privado a la mayoría de los medios y demostró que podía vivir sin ellos, les desprecio, desprecio su trabajo y reflejo sus miserias ¡ Anatema Imperdonable !

Uno fue jugador en equipos importantes y el otro no. El Cholo que al decirlo parece que es tu amigo de toda la vida solo ha entrenado en Argentina y España. Mou habla idiomas y ha triunfado en cuatro países muy distintos, sin acabar de hacerlo en el Madrid. Ahí empiezan sus coincidencias, su verdadera relevancia es alrededor del Madrid, pero en este país , porque nos miramos mucho el ombligo.

Los dos intentan ganar con lo que tienen. 

Simeone en su actual equipo sabe que sus seguidores le alabarán siempre si gana al Madrid, es lo más importante. Como jugador lo aprendió. Ese "odio" es su mejor provocación, nunca se excita como contra el Madrid, no sabe perder y no le importa utilizar los procedimientos que sea. Mourinho, tampoco pierde bien, se encontró con que al venir en 2010, el FC Barcelona ganaba y era superior al Madrid y encontró la fórmula de destrozarlo, de acabar con ese equipo y explotar el potencial que tenía el suyo. Recurrió a comportamientos indebidos, ante la impotencia inicial y recuperó al grupo. No le siguieron hasta el final y le dejaron irse, le forzaron ante la imposibilidad de hacer un grupo fiel.

Las frases de Simeone, como la de otros argentinos aquí, pasan al recuerdo de la simplicidad y la obviedad, las de Mourinho no existen. El no quiere ganar partido a partido ¿quiere ganarlos todos a la vez?

Sobre todo Simeone representa la humildad, es un hombre humilde, del pueblo, tan humilde que la soberbia que exponía como jugador y refleja como entrenador son sólo cosas del Cholo, porque él es humilde.

Mourinho no es humilde, es un soberbio, engreído, ególatra, que la final dice su verdad: "Es muy simple. Me parece mejor portero Diego López", y en la forma en que lo dice está su perdición y condena de soberbio. El Cholo lo diría partido a partido.