Cuando me baño entre olas, surf, viento del sur normalmente, sin gente,me doy un chapuzón en el Mar del Coral.
En Australia tienen sus problemas parecidos a los de otras naciones pero también distintos. Uno de ellos es el que llaman First nations que es la manera correcta, políticamente correcta, en inglés para dirigirse a los llamados aborígenes o los habitantes de las islas del estrecho de Torres. A estos dos pueblos los ingleses les despojaron de todo lo que pudieron, aquellos puritanos ingleses, que escribieron la leyenda negra de otros para ahorrarse la suya. Debe ser de las pocas cosas que no nos echan la culpa a los españoles.
Claro que estuvimos a punto. El marino Torres fué el descubridor del estrecho entre Papúa y Australia. Quizá gallego o portugués , el caso es que fichó por la corona española como CR7 por el Madrid. Todos querían jugar, descubrir con la corona española, servir a su católica majestad.
El español no daba a basto. Tantas tierras, mares inmensos, tecnología la justa, muchas ilusión, afán de aventura, enriquecerse, llevar la religión que considera a Jesús de Nazareth Hijo de Dios a cualquier rincón conocido o por conocer. Desde luego una tarea titánica.
Nosotros en Europa en la vieja y civilizada Europa no sabemos de first nations, nos han invadido muchas veces, inconvenientes de tener una situación geoestratégica relevante. La piel de toro, que ahora intentan eliminar como fiesta nacional ha visto de todo desde el principio de los tiempos, ese Mediterráneo que es como una gota de agua en medio del Pacífico ha vivido su vida con una intensidad enorme sin realmente nombres ni protagonismo como una amalgama de culturas y pueblo que mezclan lo poco que somos y el increíble camino recorrido.
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