Para Shylock, el judío aquel del Mercader de Venecia, W Shakespeare escribió un monólogo que he osado modificar brevemente y acortar (perdón por acortarlo y por el inglés, además no quiero hablar del pueblo hebreo ):
"Hath not a young man/woman eyes ? hath not a young man/woman hands, organs, dimensions, sense, affections, passions?......if you prick him/her, does he/she not bleed?.....if you poison him/her, does he/she not die?......"
El bardo inglés, genial, elegante, con su estilo inigualable, describió que todos los seres humanos somos iguales.
En efecto lo somos. Pero estamos sometidos a diferentes factores y presiones, a lo largo de nuestra historia, corta comparada con la evolución del cosmos. Y somos educados.
¿Cómo ha sido/es la educación en España ?
No quiero referirme a métodos, planes de estudios, leyes, ideologías, manipulaciones de unos y otros, lavados de cerebro en cualquier sentido, etc... quiero reflexionar sobre la participación del alumno/persona. Me llegan comentarios preocupantes.
No exclusivamente en la escuela (pública/privada) donde muchos hemos ido obligados por nuestros progenitores; ni en la universidad ( pública/privada ) donde te preparas para desarrollar lo que va a ser tu vida/profesión/ dedicación de forma teoricamente voluntaria; ni en otra formación; sino en actividades cotidianas.
No estamos educados desde pequeñitos para participar.
Allá dónde el bardo hizo hablar a Shylock se fomenta la participación; la experiencia de hablar en público, (encima en inglés que luego es el que usa todo quisqui); se fomenta el teatro, que los alumnos se suelten, que no se queden apelmazados, que no sientan vergüenza, que se equivoquen, que aprendan. Me parece que aquí en general si un chico/a se ofrece a salir al estrado, si levanta la mano, si es participativo, crítico, si da su punto de vista (ya sea en colegio o universidad)... le miran de reojo los demás ¿De qué va ? ¿El listillo? ¿El pelota ? El nota ? ¿Qué pretende ? ¿ Llamar la atención ? Es un pretencioso y un gili...
Quizás sólo intenta aprender y compartir ideas.
Quizás en ello resida la explicación de porqué se habla tan mal en público y otras hierbas.
Y los políticos que viven de la opinión de su público ( y al parecer de otras cosas), tampoco se esmeran porque es la tónica general. Son tan flojitos en el uso del verbo y la palabra como sus compatriotas.
No se me enfaden
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