viernes, 24 de mayo de 2013

The rain in Spain stays mainly in the plain


En el mundo actual, bueno el de hace ya bastantes años, el idoma es una herramienta imprescindible. Desgraciadamente para nosotros, la de referencia es la de esos habitantes de las islas. Los hijos de los británicos, envidiados por mí; que yendo por libre, alcanzan sus objetivos, siempre se ponen por delante ante cualquier opción.
Mucho se habla de la preparación de nuestra llamada juventud. Cada vez más alargada la edad tope de ser joven, resulta complicado poner límites; otro argumento circunstancial ante la lacra del paro. Por ejemplo, mi admirada portera, entre escobazo y escobazo, me dijo:
- He oido en la tele que se ha estampado un joven de 37 años; si me quito un par yo también soy joven.
Esa juventud no creo que este mucho mejor preparada, al menos relativamente. Los otros también se han preparado. Al darnos una vuelta por el entorno europeo, al comparar con el nivel de idiomas.me pregunto ¿Por qué hablamos peor los idiomas los españoles, sobre todo el inglés, que mucho otros europeos? La respuesta me la da mi portera
- Repampanos, es que no es fácil.
No tenemos facilidad para el acento y no basta con ir a una academia, ni un verano a Oxford  o Boston (y frecuentar ambientes españoles). Sobre todo hay que sentir la necesidad de hablarlo, de soltarse, de intentar imitar a los que lo hablan, hay que ver pelis en el original, viajar fuera, intentar leer libros; ligar pero que no hablen en español; sufrir, pasar vergüenza, poner cara de haba porque no te entienden, equivocarse y todo lo que lleva el aprendizaje. Por supuesto cuanto más joven mejor, no se tiene tanta precaución ni orgullo.
Unos padres de esos que mandan  a sus hijos a coles bilingües, que se gastan un pastón, no veían el fruto deseado de su angelito: " que hablase inglés como los ángeles ingleses"; sin saber que de mayores en esas islas hay poco ángeles . El niño nada. No decía una palabra, ni jota.
Cuando ya tenía cinco años visitó los USA con sus modernos progenitores; resignados ante el querubín que en el hogar no se había pronunciado en el lenguaje del genial bardo, llamado William Shakespeare. En el aeropuerto de New York cogieron un taxi, un driver negro y grande les esperaba inmutable.
Entraron los tres. ¡Su hijo estaba en USA! El primogénito, la esperanza. Se habían parado a engendrar otros, por si acaso presentaban similares dificultades ante los idiomas.
El padre, que lo dominaba,  intentaba ordenar el english en su mente para darle la dirección al conductor.
En ese momento el pobrecito infante dijo:
-Hi, good afternoon, sir
El negro del Bronx se quedó encantado y fué el inicio de una bella amistad.
Los padres protectores, al unísono, le preguntaron, pasmados ante el skyline y el tráfico de entrada a Manhattan.
- Pero ¿ Qué dices?
El chaval, natural, práctico, impertérrito, sencillo y genial, respondió.
-Es que aquí hablan así.

No se me vengan abajo, co...y no olvidemos nuestra lengua, que esa es otra.

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