Un gay en Las Ventas del Espíritu Santo

Isidrada, toros en Madrid. Un amigo me dejó sus abonos en tendido de casi sombra. Buenas entradas... y gratis.
Un médico francés que conozco, estaba de paso, visita técnica. Vive en Paris y es gay. Nunca le he preguntado si lo saben sus pacientes, que se lo rifan por su delicadeza y comprensión.
Le conocí en Ibiza hace tiempo, haciendo pesca submarina y yo creo que no era gay entonces. Luego se enamoró de un amigo común y nos hemos visto de vez en cuando. Es muy educado, excelente conversador, muy culto, estilo, chic, y entiendo que sea un afamado doctor de la jet y de los suburbios parisinos, porque hace sus discretos servicios sociales sin llamar la atención, como todo lo que toca. Como el vestir con sus detalles de Hermés, que luego impone.
Los toros mansos, los toreros flojos, temerosos. No importaba mi amigo francés, y gay, disfrutaba del espéctaculo y alguna señora guapa le miraba.
-Esta plaza es especial tiene algo único- me dijo.
En efecto así son Las Ventas que soño Joselito y donde no llegó a torear.
-El mundo está al revés- continuó el gabacho- vosotros, españoles, toreros, pretendeis acabar con esta cosa sin igual y nosotros los franceses, que no tenemos nada parecido, lo protegemos. Y eso que Brigitte Bardot , que ama los animales, es francesa.
Pues no le faltaba razón, aunque como le aburría lo que pasaba en la arena quería filosofar más.
-Y fijaté la que se arma con los matrimonios gays en Francia. Y aquí en España, en la católica España, la de la Inquisición, lo aceptais sin tanto alboroto.
- ¿Te vas a casar?- le pregunté al oido
Pareció que por un momento alguna de las bellas señoras había oido algo. Falsa  alarma, seguían mirándole de reojo encantadas.
-No por ahora- entonces dedicó su mejor sonrisa a la imponente señorita de la derecha.
Los toros acabaron pronto sin mayores incidencias.
Al salir entre en público apelotonado, sin poder comentar las faenas, me dijo.
-Creo que se discute y lucha muchas veces por simple palabrería. Creo en la unión, pero lo de llamarlo matrimonio es la causa de la discordia y los que protegen  a los animales no saben lo que es un toro de lidia. Pura tontería todo.
Sin duda, como diría Don Luis Sánchez-Polack que hablaba francés, una gilipoyuaz

No se me enfaden